Por: Julio Cesar Cortez Jaimes.
Decía el escritor y pensador mexicano
Alfonso Reyes Ochoa: "El deber más santo de los que sobreviven es honrar
la memoria de los desaparecidos". De eso trata nuestro tema en cuestión:
tratar de honrar la memoria de miles de desaparecidos en este país, pero en
especial los de la llamada guerra sucia de la década de los 70´s. Y es que el
pasado 2 de septiembre del 2017, se cumplieron 43 años de la desaparición
forzada del Profesor Jacob Nájera Hernández. Nunca apareció su cuerpo. Tal vez
como atestiguara Cliserio de Jesús Argüello de la comunidad de San Francisco
del tibor del municipio de Atoyac de Álvarez: “…en ese entonces, había los
llamados vuelos de la muerte, en los que campesinos detenidos-desaparecidos eran
arrojados periódicamente al mar en aviones de la fuerza aérea”. Tal vez ese
haya sido el destino de cientos de detenidos-desaparecidos que enlutó y dejó
sin sustento a familias enteras de la sierra de Atoyac principalmente en esta llamada
“guerra sucia”, que a decir de testigos y víctimas sobrevivientes fue el
periodo el que marcó históricamente a México, por las medidas de represión
militar y política dirigidas a los movimientos de oposición política y armada
contra el estado mexicano. A este contexto de represión se suman los casos de
universitarios guerrerenses desaparecidos como Carlos Díaz Frías "El
chilango", Luis Armando Cabañas, Victoria Hernández Brito, Floriberto
Clavel Juárez "El penta", Carlos Benavides, entre otros.
En esta ocasión les comparto relatos o
narraciones de testigos y gente que han aportado información del Profr. Jacob
Nájera Hernández, no sin antes agradecer las contribuciones de su hermano, el
Maestro universitario Andrés Nájera Hernández, Secretario de Previsión Social y
Vivienda del Comité Ejecutivo Central del Sindicato de Trabajadores Académicos
de la Universidad Autónoma de Guerrero (STAUAG).
Jacob se distinguió como militante en las
luchas por mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los maestros, pero
además luchó contra el charrismo sindical, participó
activamente por la defensa de la autonomía universitaria y la democratización
de la Universidad Autónoma de Guerrero, inició su activismo sindical en la UAG
(hoy UAGro) a través de la Unión Sindical de Catedráticos de la UAG. En su
memoria la escuela preparatoria número 23 “Profr. Jacob Nájera Hernández” de la
UAGro ubicada en San Jerónimo de Juárez en la costa grande de Guerrero, lleva su
nombre.
Pero ¿Quién fue Jacob Nájera Hernández? Hijo
de Don
Daniel Nájera Ortiz y Eligia Hernández Tiburcio. Nació el 10 de junio de 1939,
en la comunidad de Zopilostoc, con una población actual de 576
habitantes, situada en el municipio de general Heliodoro Castillo, Tlacotepec. A decir de su
hermano Andrés Nájera, “Jacob fue el hijo mayor, el primero de mis hermanos que
a la fecha tuviera 78 años de edad. Inicia sus estudios de primaria hasta el
tercer año en su comunidad natal y se traslada a la cabecera municipal de
Tlacotepec para culminar su primaria. Posteriormente se traslada a la escuela
normal rural de Ayotzinapa, pues en ese entonces se podía estudiar ahí la
secundaria, y ahí siguió estudiando la Normal para culminar sus estudios y
convertirse en Maestro. Como hermano mayor se distinguió porque en época de
vacaciones y cuando podía le ayudaba a mi Papá en las labores del campo”.
El 21 de octubre de 1960 se inicia la lucha por la autonomía
universitaria y en ese entonces participa junto con un grupo de estudiantes de
la escuela normal rural de Ayotzinapa encabezados por Lucio Cabañas Barrientos
y Arturo Miranda Ramírez, entre otros. Cabe destacar que Lucio Cabañas era el
Presidente de la Federación Estudiantil de Estudiantes Campesinos Socialistas de
México (FECSM), organización que aglutina y representa a las normales rurales
del país.
Fue en la normal de Ayotzinapa donde conoció a Lucio Cabañas Barrientos,
amistad que duró hasta su desaparición. Ahí abrazó las ideas socialistas, pues
empezó a tener acceso a publicaciones provenientes de los países socialistas
que llegaban a la normal, principalmente de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS), entre otros. Abonó mucho al pensamiento de Jacob, el triunfo
de la revolución cubana en 1959, sobre todo la representatividad que tuvo este
movimiento revolucionario de Ernesto el Che Guevara.
Al concluir la normal empieza a trabajar como maestro rural a la
comunidad de Zompantle ubicada en el municipio General Heliodoro Castillo
(Tlacotepec). Por azares del destino lo cambian a la comunidad de San Juan de
las Flóres en la sierra de Atoyac de Álvarez, del municipio donde era
originario su amigo de época estudiantil Lucio Cabañas. Posteriormente estuvo
en la comunidad de Mezcaltepec del mismo municipio. Es reubicado como maestro
rural al municipio de Coyuca de Benítez y finalmente lo cambian a San Jerónimo
de Juárez, donde impartió clases en la escuela primaria “Benito Juárez”. Fue
fundador de una escuela secundaria. Fue en este municipio donde se estableció y
formó un hogar con Celia Piedra Efigenio procreando 4 hijos. Cuando fue
aprendido vivía en casa de sus suegros el Señor Florentino Piedra y la Sra.
Agripina Efigenio.
Cuatro meses después de haber sido secuestrado el Ing. Rubén Figueroa
Figueroa por la guerrilla del Profr. Lucio Cabañas, se presentan al domicilio
de Jacob, policías vestidos de civiles en un carro Galaxi negro sin placas, según
los testigos, un 2 de septiembre de 1974. Se introducen al domicilio sin
permiso y sin ninguna orden de aprensión. Jacob se encontraba descansando en
una hamaca cuando lo empezaron a someter a golpes en testigo y presencia de su
familia. Melina su hija mayor de 6 años llora y se abraza de su Padre gritando
que no se lo llevaran. Celia intervino para que no lo siguieran golpeando. Fue
la última vez que lo vieron y jamás supieron de él.
Jacob Nájera Hernández, mantuvo una amistad con Lucio Cabañas desde cuando
estudió en la Normal de Ayotzinapa. Al bajar de la sierra Lucio organizaba
reuniones con Jacob y muchas veces se iban a la playa en Hacienda de Cabañas, otras
veces se iban a Tetitlán, donde convivían con gente muy cercana a Lucio, por
supuesto que las medidas de seguridad eran extremas y muchas veces se reunían
disfrazados. Sin embargo, la policía
secreta del régimen ya seguía los pasos de Jacob y en esa época cae en manos de
Lucio cabañas el Ing. Rubén Figueroa Figueroa, y durante su proceso de rescate,
es apresado Jacob con la intención de obtener información que diera con la
ubicación del Profr. Lucio Cabañas. Es detenido en su domicilio el 2 de
septiembre de 1974 y desaparecido desde entonces.
Relata Andrés Nájera Hernández, hermano de Jacob, que: “siempre fue un
hermano que nos dio ejemplo de conducta y cada vez que iba de vacaciones nos
llevaba algunos detalles de regalos como dulces, pan, ropa. Siempre estaba
pendiente de nosotros como hermano mayor.
Respecto al paradero de Jacob Nájera Hernández nada se ha sabido con
certeza. Las autoridades han sostenido que fue abatido en un enfrentamiento
entre el movimiento guerrillero y el ejército el 8 de septiembre de 1974. Si
así fue, ¿Dónde quedó su cuerpo? ¿Acaso se oculta la verdad para encubrir a
personajes ligados a los cuerpos policiacos y caciques de la región de esa
época? Lo cierto es que organismos internacionales de derechos humanos y Amnistía
Internacional (AI) consideran que Jacob pudo ser arrestado como consecuencia
del secuestro de Figueroa y han pedido que se investigue exhaustivamente su
caso.
Comentarios y sugerencias: juliocesarcj@gmail.com
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