Tratando de colocar en el interés de los lectores los temas de salud y medio ambiente, en esta ocasión quiero compartir con ustedes algunos puntos de vista en torno a la tarea urgente que tiene gobierno y sociedad en su conjunto de la necesidad de educar y preparar a las actuales y futuras generaciones para enfrentar los retos que ocasionarán los problemas de salud y el deterioro ambiental.
Entonces, tratando de ubicarnos en el tema
diríamos que, en la actualidad, dada la globalización de mercados, impera el
círculo vicioso de la acumulación económica y de grandes capitales de unos
pocos a costa de la pobreza del resto de la humanidad, de la destrucción del
medio ambiente y en detrimento de la salud. Las grandes industrias farmacéuticas
lo que hacen es introducir al mercado medicamentos que sirven como paliativos
para controlar los problemas que ocasionan las enfermedades
crónico-degenerativas, puesto que encontrar una cura definitiva, terminaría con
el negocio y la fuente de sus ganancias.
En el plano internacional, sobre todo en
Latinoamérica, algunos países como Cuba, Chile, Argentina y Brasil, han tomado
decisiones importantes con respecto al problema de educación para la salud y
educación ambiental, pues consideran temas íntimamente ligados dado que la
globalización de la economía está asociada a modelos de desarrollo que provocan
el deterioro de los ecosistemas y la pérdida de la biodiversidad, así como la
injusta distribución de las riquezas y por consiguiente el aumento de la
pobreza. Estos modelos de desarrollo, están básicamente vinculados a procesos
de homogeneización cultural, orientados a exportar los patrones insostenibles
de consumo, que caracterizan a las sociedades económicamente desarrolladas y
que son elementos que provocan la problemática ambiental, de ahí que sea
importante y fundamental atender de inmediato el problema del crecimiento
poblacional, la demanda energética, el cambio climático, la escasez de recursos
y del agua, y el manejo de residuos.
Este panorama sitúa a la educación como una
premisa de importancia significativa para lograr los procesos de cambio y la
coloca como un elemento estratégico, que deben orientar a la humanidad hacia un
sistema de relaciones más armónicas entre la sociedad y la naturaleza, que
permitan el tránsito hacia niveles de desarrollo sustentables y sostenibles que
propicien una calidad de vida decorosa y equitativa para la sociedad mundial en
su conjunto.
Sin ser reiterativo en el tema, diría que la
historia de la humanidad está ligada al desarrollo del hombre y su entorno.
Este desarrollo alcanzado hoy en día, no se ha traducido ni en bienestar para
la salud, ni en bienestar para su entorno, lo que implica que salud y medio
ambiente son temas ligados a los modelos de desarrollo hasta hoy alcanzado,
impuesto por la globalización. El detrimento del medio ambiente y la amenaza
latente de especies de plantas y animales que se encuentran en peligro de
extensión incluye al hombre mismo. Esa es la gran advertencia para la
humanidad.
En efecto, hace más de 6 décadas que se ha
puesto en debate el tema del deterioro del medioambiente. Por ejemplo, la
bióloga Rachel Carson en su libro de “La Primavera Silenciosa”, señaló los
peligros que implicaba para la salud humana, la agricultura basada en
agroquímicos, pesticidas y fungicidas. Tal vez el efecto es muy alarmante, sin
embargo, hoy en día encontramos enfermedades muy frecuentes en la población
sobre todo en aquellos países pobres. Por ejemplo, la Diabetes mellitus (provocada
por el sobrepeso y la obesidad), hipertensión arterial sistémica, VIH,
Influenza, algunos tipos de cáncer como el cáncer cervico-uterino, cáncer de mama;
la tuberculosis, el dengue, etc.
¿Cuál es el panorama que ofrecen las condiciones
actuales de la humanidad? Es alarmante el crecimiento de la pobreza en el
mundo, pero también se observa un crecimiento poblacional casi incontrolable,
Así tenemos que China tiene 1’380,996,000 habitantes, le sigue la India con
1’331,793,000, Estados Unidos con 325’318,000, Indonesia con 260’238,000,
Brasil con 207’012,000, Pakistán con 201’ 576,000, Nigeria con 191’182,000,
Bangladés con 162’039,000, Rusia con 146’823,000 y Japón con 126’905,000
habitantes.
Analicemos este panorama. La población mundial
actual es de más de 6,000 millones de personas y se espera que para el año 2050
la cifra alcance entre 9,000 y 11,000 millones, lo cual implica que habrá una
mayor demanda en cantidad y calidad de alimentos y energía. Por consiguiente,
se ejercerá una mayor presión sobre los recursos naturales ocasionando mayor
deterioro ambiental. El detrimento del medio ambiente y el daño ocasionado a la
agricultura, mantiene actualmente un poco más del 20% de las tierras en el
mundo inutilizables o improductivas. Se prevé un perjuicio mayor en los
próximos 20 años. Esta situación ha puesto en graves aprietos a los gobiernos
de muchos países, ya que el deterioro ambiental y la producción alimentaria los
tiene en jaque. Y entonces la gran disyuntiva alarma a cualquiera: alimentar al
mundo o proteger el medio ambiente.
Ahora, el problema de la salud se convierte cada
día en un asunto extremadamente complicado ya que en la mayoría de los países
que enfrentan a las enfermedades crónico-degenerativas han debilitado su
capacidad de respuesta debido a la crisis económica que enfrentan. El caso de
México es ilustrativo, pues este año tuvo que hacer un recorte de 15,000
millones de pesos al sector salud.
En los próximos 20 años, el sistema de salud de los
países pobres o en vías de desarrollo, enfrentarán una población que además de
haber envejecido, presentará grandes índices de enfermos crónicos que
demandarán tratamientos costosos y prolongados, que pondrán a prueba la
capacidad de sus gobiernos para generar políticas que disminuyan el rezago en
salud pública.
En tal sentido, la educación ambiental adquiere un
significado valioso para el ser humano. Es la única vía
segura y legítima para la evolución de los futuros ciudadanos. Infundir en la
sociedad una serie de creencias, actitudes y valores ambientales positivos, que
sirvan como base para el correcto cuidado y administración de los recursos
naturales, es un asunto apremiante. Por lo tanto, la educación se está
convirtiendo en un componente cada vez más importante de los programas de la
educación ambiental a escala mundial. Al parecer la ciudad de México ha dado
pasos importantes con las medidas recientes implementados en el manejo de
residuos.
Lo que corresponde a educación para la
salud, muchos especialistas en la materia plantean que se debe de contemplar en
cualquier programa de salud, al individuo en su totalidad, es decir, el
individuo y su entorno global, de los cuales sobresalen a la vista aspectos
determinantes para la salud como el medio ambiente, el estilo de vida, el
sistema de asistencia sanitaria, etc. Tales elementos están interrelacionados y
condicionan la salud, modificándola en sentido favorable o desfavorable. En este
contexto, en nuestro país se despliegan programas desde la perspectiva de la
prevención primaria. Es el caso de prevenimss y prevenissste que desarrollan el
IMSS y el ISSSTE, de igual manera la Secretaria de Salubridad y Asistencia SSA
está haciendo lo propio. En este sentido, la educación para la salud tiene su
principal función en promover estilos de vida saludables, con un sentido
positivo de ayuda y potencialización de la persona para la participación y
gestión de su propia salud y poder desarrollarse en un proceso de salud integral.
Me siento sumamente convencido, de que no
basta con estos programas gubernamentales aquí señalados, y en su caso
cuestionaría: ¿Cuál es el papel que juega la sociedad al respecto?, ¿Acaso
estamos formando en nuestra sociedad e instituciones individuos comprometidos
con su salud y cuidado del medio ambiente?, ¿Qué hacemos desde nuestros
hogares? Se debe de promover un programa integral a largo plazo, pero con
repercusiones a corto plazo en la sociedad y en los programas de gobierno.
A modo de conclusión, la educación debe
contribuir a la sensibilización, reflexión y acción de la comunidad nacional e internacional,
frente a los actuales desafíos ambientales y de cuidados a la salud. Es, por lo
tanto, un asunto de suma importancia que todos los individuos que formamos
parte de este planeta, lo cuidemos y nos cuidemos a la vez respecto a nuestra
salud y el medio ambiente.
Agradezco sus comentarios a: juliocesarcj@gmail.com
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