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En
esta ocasión quiero compartir con ustedes un tema que por sí sólo resulta
interesante, ya que el desarrollo de los proyectos productivos, han sido el
detonante de muchas economías mundiales como, China, la India, Japón o el sur
de Brasil, por citar un ejemplo, en donde los impulsos de pequeños
emprendimientos terminan siendo grandes proyectos de negocios que ha causado un
gran impacto en las economías de esos países.
En efecto,
los proyectos productivos no dejan de ser un tema novedoso, sobretodo por el
impacto económico y social que implica llevarlos a cabo. Por eso es muy
importante entender que es un proyecto productivo. Para empezar, entendemos como
un proyecto, a la planificación de un conjunto de actividades interrelacionadas
para lograr un fin común. Un proyecto se puede crear en base a una necesidad
que se quiere cubrir o en alguna idea específica. Y entonces para que se
considere productivo, un proyecto debe cubrir esta necesidad o idea de la mejor
manera, obteniendo resultados medibles y que tengan un impacto positivo. El
objetivo de los proyectos productivos debe de ser, impulsar el establecimiento
y desarrollo de las microempresas, que estimulen el crecimiento económico, la
generación de empleos, mejoren el nivel de vida y fomenten el arraigo de los
beneficiarios en su tierra.
Un
proyecto productivo debe de dar respuesta a una serie de interrogantes como por
ejemplo ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Por qué?, ¿Quién? y ¿Dónde? Para ser más explícito, primero
debemos de ubicar el sector productivo donde se impulsará algún emprendimiento y
como está constituido ese sector. Entonces, un sector productivo está
constituido por las personas y las empresas que realizan una actividad
económica relacionada con la agricultura, la minería, la industria o incluso el
comercio, etc. Quienes a su vez producen bienes materiales destinados a
satisfacer las necesidades humanas. El sector productivo tiene como base
diferentes tipos de relaciones de producción y utilizan los 4 factores de la
producción: tierra, trabajo, capital y diversas tecnologías.
Bajo
estas consideraciones, los problemas presentes en cualquier economía surgen a
partir de una necesidad, por ejemplo, la falta de empleo, el desabasto de
alimentos, la falta de recursos económicos, etc; y las diferentes formas de
resolver esos problemas son a través de la implementación de innovaciones,
nuevas ideas, inversiones, tecnología y metodología con diversos enfoques y
esto es lo que trae consigo el desarrollo de proyectos productivos.
Para
poder elaborar un proyecto productivo se hace necesario hacernos las siguientes
preguntas: ¿Qué se quiere hacer? La respuesta será la naturaleza del proyecto,
¿Por qué se quiere hacer? Será el origen y la fundamentación, ¿Para qué se
quiere hacer? Constituirán los objetivos y propósitos, ¿Cuánto se quiere hacer?
Dará como resultado las metas, ¿Dónde se quiere hacer? Será la localización
física, es decir, donde se ubicará el proyecto por ejemplo en sector agrícola,
en alguna plaza comercial, dentro de la universidad, etc.
En
efecto, pareciera que las preguntas y respuestas son tan simples que se pueden
resolver fácilmente, sin embargo, es necesario hacer otra serie de preguntas
como por ejemplo ¿Cómo se quiere hacer? es decir, identificar la serie de
actividades y tareas a realizar aplicando métodos y técnicas apropiadas.
¿Cuándo se va a hacer?, conlleva a establecer un calendario o cronograma de
actividades. ¿A quiénes va dirigido? La respuesta será los beneficiarios o
destinatarios del proyecto. ¿Quiénes lo van a hacer? Se refiere a los recursos
humanos o responsables del proyecto. Y finalmente, ¿Con que se va a hacer?,
esto implica el costo, los recursos materiales y financieras a aplicar.
Tal
vez los grandes problemas que frenan el desarrollo de proyectos productivos son
las fuentes de financiamiento, sin embargo, a la hora de ponerlo en práctica,
los emprendedores se enfrenta a otra problemática tal vez mayor, la falta de
conocimientos necesarios para administrar su proyecto. Digamos que el 45% de
los problemas son de tipo financiero y el 55% son problemas de administración y
toma de decisiones.
¿Qué
ocurre con la economía del estado de Guerrero? Los altos índices de emigración
y de violencia, los promedios de escolaridad más bajos, nos colocan a nivel
nacional como un foco rojo que enciende las alertas en materia de desarrollo
económico. Si consideramos que nuestra economía se ha sustentado y ha dependido
por años de los ingresos provenientes del sector turístico, hoy en día se
justifica por demás impulsar proyectos productivos de largo alcance e impacto
económico regional, ya que el contexto nacional no resulta ser halagador, pues según
datos del Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI), en Guerrero
vivimos 3.2% de la población nacional en donde el 58% del total se ubica en la
zona urbana y el 42% en la zona rural. Poseemos la más alta tasa de emigración
después de Michoacán y Oaxaca, pues tan solo en el año 2015 salieron de
Guerrero hacia otras entidades 135,343 personas. Aunado a esto tenemos el grado
promedio de escolaridad más bajo antes que Oaxaca y Chiapas.
Esta
situación hace un panorama alarmante ya que al desplazarse las personas del
campo a la ciudad abandonan sus áreas de cultivo, dejan de producirse productos
agrícolas como el maíz, frijol, arroz o incluso café. Este último sector en
riesgo latente de desaparecer ante la falta de apoyos a éste sector y el
fenómeno de la enfermedad de la roya del cafeto.
En el plano
internacional se observa una mala distribución de la riqueza, pues los grandes
capitales siguen concentrándose en apenas 10 países con un elevado producto
interno bruto (PIB) y la pobreza crece, pero también se observa un crecimiento
poblacional. Analicemos este panorama. La población mundial actual de más de
6,000 millones de personas y se espera que para el año 2050 la cifra alcance
entre 9,000 y 11,000 millones. Lo cual implica que habrá una mayor demanda en
cantidad y calidad de alimentos y energía. Por consiguiente, se ejercerá una
mayor presión sobre los recursos naturales. Por lo tanto, la agricultura asume
desde ya un rol estratégico como proveedora de alimentos y de energía. Sin
embargo, como consecuencia de siglos de labranza, actualmente un poco más del
20% de las tierras en el mundo son inutilizables y la erosión es el principal
daño al suelo.
Esta
situación ha puesto en graves aprietos a los gobiernos de muchos países, ya que
el deterioro ambiental y la producción alimentaria los tiene en jaque. Y
entonces la gran disyuntiva alarma a cualquiera: alimentar al mundo o proteger
el medio ambiente. Entonces, la
humanidad, se encuentra hoy en un dilema sin aparente solución,
entre el fantasma del faltante de alimentos para una demanda creciente en
cantidad y calidad, o una destrucción de los recursos naturales necesarios para
producirlos.
La
búsqueda de soluciones inmediatas tal vez absorbe el tiempo de científicos,
intelectuales, universidades, centros de investigación, etc. Aquí podría
enlistar unas medidas para paliar el problema tales como preservar las áreas de
cultivo, mejorar la producción de alimentos, una mejor distribución de la
riqueza en el mundo, establecer controles de natalidad en países densamente
poblados, evitar la emigración, arraigando a las personas en sus regiones,
desarrollar proyectos productivos de gran impacto económico.
A
manera de conclusión podemos establecer una argumentación de peso que los
proyectos productivos son necesarios porque reactivan nuestra economía local,
promueven el autoempleo y nuestro territorio o localidad, pasando de lo local a
lo global, mejoran nuestra calidad de vida, mejoran nuestros ingresos y
expectativas, promueven el arraigo de personas en su región.
Agradezco sus comentarios a: juliocesarcj@gmail.com
Copyright © 2017. Julio C. Cortez J. All rights reserved. Septiembre del 2017.
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