¿A qué condiciones se
enfrentan nuestros jóvenes egresados cuando se incorporan a su primer empleo? la
inserción laboral de los jóvenes genera nuevas expectativas a causa de las
modificaciones que surgen en los aspectos educativos o formativos, socio-económicos
y socio-culturales, lo que origina ciertas tensiones, producto de un contexto
complejo, donde se producen cambios rápidos y constantes, prevalece una gran
competencia profesional y la supervivencia depende de su capacidad para aprender
y adaptarse con facilidad a esos cambios, proceso que los especialistas han
dado en llamar fuerza de trabajo liquida.
Pero, ¿Qué es fuerza
de trabajo liquida? Debo admitir que había escuchado este término a finales del
año pasado, pero no me había llamado tanto la atención como hoy, puesto que
cada vez se percibe más esta expresión principalmente cuando hablamos del
mercado laboral y sus nuevas características, en un contexto digital en que las
computadoras se han “adueñado” del entorno de oficina y con el uso de “ellas”,
el hombre intenta automatizar prácticamente todo. Es en estas circunstancias en
que se requiere de un profesionista con habilidad, conocimiento y familiaridad
con las tecnologías digitales, con capacidad de aprender rápidamente ante estos
nuevos retos.
El término fuerza de
trabajo, es utilizado por la teoría Marxista para expresar la habilidad tanto física como mental que
posee el individuo
para desarrollar cierta labor. Desde esta óptica, el trabajo, por su parte, constituye
la medida del esfuerzo que un individuo realiza. Entonces, fuerza de trabajo
liquida se entiende como la capacidad del individuo para adquirir nuevos
conocimientos y adaptarse fácilmente a los cambios. Esta expresión ni es tan
fácil, ni tan compleja como se observa en esta explicación, pero desde mi punto
de vista, no es otra cosa más que cambios en las formas de trabajo que se asume
en el nuevo modelo de acumulación capitalista.
Sin apartarnos del
tema, ya afirmaba Eduardo Galeano escritor y periodista uruguayo, que los males
de la sociedad son producidos por el capitalismo. Entre esos males encontramos
el creciente desempleo juvenil sumamente preocupante, sobre todo por los vínculos
que muchas veces se establecen entre éste y la violencia creciente en las
principales ciudades del país que origina la inseguridad como una constante, fenómeno
que no admite simplificaciones y tratamientos imprecisos, puesto que resulta
extremadamente difícil de enfrentar desde las políticas públicas actuales,
cuestión que ha sido documentado por el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía INEGI, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL
y la Organización Internacional del Trabajo OIT, con datos precisos de
desempleo en México y el mundo.
En este espacio no se
trata de generar un debate que tal vez de ser muy productivo, produzca pocas
conclusiones al respecto o no haya consensos que garanticen uniformidad de
criterios, pero en este contexto, ¿cuál sería la fórmula que deberían de tener
los egresados para triunfar en el mercado laboral si se tienen condiciones
adversas? No existe ninguna receta en mi apreciación, puesto que para el éxito
laboral intervienen muchos factores, sin embargo, algunos especialistas afirman
que al paso en que vamos con la era digital, se requiere formar nuevos
profesionistas que tengan el conocimiento habilidad y familiaridad con las
capacidades tecnológicas, que posean la capacidad de proveerse en forma
continua de la formación necesaria para abordar todos estos retos que he
mencionado. En el caso de México y particularmente nuestro Estado de Guerrero,
la era digital pone al descubierto las debilidades y condiciones precarias del
sistema educativo para llevar a cabo este proceso de formación profesional.
Y es que, actualmente
no se puede afirmar que lo sabemos todo o que poseemos todo el conocimiento
posible porque sería imposible, pues existen diversos organismos
internacionales que aseguran que la era de la información crece y evoluciona a
un ritmo acelerado en tan solo 60 segundos se produce toda la información que
en el pasado se necesitaban décadas para acumularla. Por ejemplo, me impresiona
cada día el conocer los datos que se generan en el mundo con la utilización del
internet. Usted amigo lector podrá acceder a esta página: www.worldometers.info/es/
que monitorea constantemente en términos de segundos lo que acontece a nivel
mundial en temas como gobierno y economía, sociedad y medios, población
mundial, alimentos, agua, energía, salud y medio ambiente. Esta página le
permitirá conocer la población mundial actual y su crecimiento en este año, los
gastos de gobiernos en salud y educación, el número de libros publicados, el
número de periódicos que circulan, personas desnutridas en el mundo, personas
con sobrepeso, agua consumida, energía utilizada, etcétera.
En este escenario,
cada día se exige más a los egresados de cualquier profesión, se requiere de un
profesionista con humildad y capacidad para cambiar de forma constante, conocer
nuevas capacidades tecnológicas, conocer nuevos ecosistemas y dar la posibilidad
de establecer nuevos procesos de trabajo. Un profesionista que asuma un
compromiso de aprendizaje constante, que esté abierto a un proceso de formación
continua, de innovación que sea capaz de tomar decisiones en diferentes contextos,
pero sobre todo que posea un espíritu colaborativo.
Así tenemos que entre
los estudios recientes que se han realizado para establecer la relación entre
educación y trabajo, revelan que existe un vínculo entre el desarrollo
profesional, el conocimiento, la innovación, la flexibilidad y la agilidad
adaptativa de los individuos para tener asegurado su éxito laboral, el cual va
ligado estrechamente a la gestión del conocimiento (formación en habilidades
que fomenten la innovación). A prepararse muchachos, pues es ya una realidad
que el conocimiento y la innovación son el sostén para la producción y el
desarrollo de la economía globalizada.
Comentarios y sugerencias:
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