En estos momentos tan alarmantes
en nuestro país, dada las condiciones extremadamente difíciles por la que
atraviesan nuestros hermanos en desgracias por los terremotos ocurridos el 7 y
19 de septiembre, cualquiera diría que las condiciones económicas se van a empeorar
en los últimos meses del año y los primeros meses del 2018. Esta situación
provoca grandes preocupaciones sobre todo en cuanto al desempleo, la crisis
económica, las carencias de la población, los graves índices de inseguridad y
violencia, la falta de atención a los problemas estructurales de nuestro país
que se agrava más con un sistema de partidos políticos que no corresponden a
los intereses del pueblo.
Una gran inquietud
me motiva a colocar en esta ocasión, para interés de los lectores, algunas reflexiones
en torno al efecto Trump en la inserción laboral, puesto que existe una gran
importancia de la migración mexicana entre México y Estados Unidos en términos de tradición y de orden
económico que data de más de cien años y se ha constituido como el fenómeno de
movilidad de trabajadores más grande del mundo.
Tratando de contextualizar este tema, diría que la deportación o
extradición de mexicanos no es un asunto nuevo y siempre ha sido el tono de
nuestra relación con el país vecino. Los especialistas señalan de acuerdo a los
últimos estudios acerca de la migración internacional entre México y Estados
Unidos han ido evolucionando a través del tiempo, en concepto e interpretación
misma de este fenómeno social, pues actualmente se centran en el tema de las
deportaciones como consecuencia de la transición política en Estados Unidos.
¿Por qué este cambio de la política migratoria estadounidense? Resulta absurdo
el planteamiento de Donald Trump que ha dicho en reiteradas ocasiones que los
inmigrantes han desplazado a los estadunidenses de sus espacios laborales, y
que dada esta situación se tiene que poner un orden de acuerdo a su punto de
vista, cuando en realidad estudios recientes señalan que el motivo de la
pérdida de empleos en Estados Unidos es el incremento de la utilización de la
tecnología robótica aplicada a diferentes áreas de la producción, pero además
este discurso lo acompaña con el argumento de seguridad nacional, estas han
sido sus razones para explicar el porqué
de la construcción del muro.
¿A qué tamaño de
poder económico nos enfrentamos como país? Estados Unidos ha encabezado la
economía global durante décadas y ha sido el principal garante de su apertura.
Las consecuencias de la llegada de Donald Trump a la presidencia han sido
evidentes en los últimos meses con la deportación de nuestros connacionales
indocumentados que, de acuerdo al instituto nacional de migración (INM), en los
primeros 6 meses del año, sumaban más de 60 mil mexicanos deportados, que a
decir de expertos esta cifra es superior al mismo periodo del año 2016. Pero
tal vez lo más complicado de la relación bilateral México-Estados Unidos, son
los intentos de Trump por imponer sus condiciones en la renegociación del
tratado de libre comercio (TLC), aludiendo que ha sido el causante de la
pérdida de empleos en su país. Pero su amenaza va más allá. En reiteradas
ocasiones ha sentenciado que va a renegociar el TLC o salirse de él poniendo en
peligro millones de empleos que, a decir de Roberto Sánchez de la Vara,
profesor del departamento de estudios empresariales de la Universidad
Iberoamericana, “todo parece indicar que aproximadamente 10 millones de empleos
podrían peligrar si empresas americanas se retiraran del mercado mexicano”.
Retomando el tema,
el de los repatriados o retornados se convierte en un asunto de difícil
tratamiento para los tres niveles de gobierno y sociedad en su conjunto, ya que
según especialistas para que encuentren un empleo de calidad se reduce toda
posibilidad, en virtud de que los mexicanos que son repatriados en su mayoría
rebasan los 30 años en muchos casos han alcanzado mejor preparación académica.
De esta situación ya había monitoreado el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI en los últimos 5 años y había estimado que durante ese periodo
regresaron a territorio nacional más de 827 mil personas en condiciones muy
complicadas que se agudiza cada vez más por el reforzamiento de la frontera y
la política migratoria de Trump que evita a toda costa el paso a los
indocumentados a los estados Unidos.
Es una realidad
sumamente preocupante, pues el hecho de salir del país y posteriormente
retornar, para ingresar por primera vez al mercado laboral implica un costo
enorme, ya que en su mayoría los deportados oscilan entre los 30 y 40 años, han
perdido redes y vínculos sociales, es decir, carecen de capital social y por
consiguiente se van ubicando en trabajos por cuenta propia en plazas precarias,
trabajos informales y en el comercio ambulante. Otros más son reclutados por la
delincuencia organizada ante la necesidad de trabajar y la falta de
oportunidades para el empleo. Si a esta problemática se le agrega como foco de
atención los jóvenes egresados de los sistemas educativos del país que no
encuentran un trabajo acorde a lo que estudiaron y aquellos jóvenes llamados
ninis que no estudian ni trabajan, pone en aprietos cualquier política pública
destinada a solucionar esta situación.
¿Cuál es la relación del TLC y los empleos en México? Se estima que tan
solo en la franja fronteriza hay más de un millón de empleos en las maquiladoras
que están ligadas a la relación comercial, en tal situación, en una mala
renegociación o salida de estados Unidos del tratado y la falta de un programa
emergente que coadyuve de inmediato a generar nuevas fuentes de trabajo, traerá
un problema serio a nuestro país. Tal vez los sectores más afectados sean el electrónico,
el sector computacional, el minero y la industria automotriz. Algunos
especialistas como el académico Edmar Ariel Lezama Rodríguez de la Facultad de
economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierten que la
renegociación del TLC puede generar condiciones que compliquen el resultado del
acuerdo comercial aún más que la deportación de ilegales.
¿Qué panorama económico encuentran los retornados para incorporarse al
mercado laboral? Se han documentado recientemente las primeras experiencias
laborales que, al momento de búsqueda de oportunidades de empleo, las
expectativas de los mexicanos que son deportados, cambian de inmediato al
afrontar esta realidad inesperada y esta experiencia es totalmente decepcionante,
pues se enfrentan a un esquema de bajos salarios, una alta competitividad laboral,
pocas posibilidades de desarrollo y un alto margen de desigualdades sociales y
económicas que no tenían en el país vecino. Ahora se tienen que someter a una
crisis a la que ya se habían desacostumbrado.
El tema “reflexiones en torno al efecto Trump en la inserción laboral y
la renegociación del TLC”, posibilita mayores conclusiones. Tratando de generar
algunas al respecto, desde mi punto de vista México tiene que dejar de mirar
hacia el norte y colocar en punto de negociación comercial a otros países que
ofrezcan mejores condiciones para implementar de forma urgente un programa que
genere nuevas fuentes de empleo, nuevos canales de comercialización para los
productos mexicanos y ponga fin a su política económica sustentada en la
codependencia con los Estados Unidos. Decía mi maestro de Economía en la
Facultad de Contaduría y Administración a principio de la década de los
ochentas, “estamos tan dependientes de los gringos que si a ellos les da gripa
a nosotros como consecuencia nos da tos”. Y vaya que afirmación tan severa pues
el argumento de muchos mexicanos ha sido si no encuentro trabajo me voy a los
Estados Unidos.
Nuestro país además tiene que resolver graves problemas que nos atañe
como la corrupción, la violencia, la pobreza y marginación, modificar el
esquema de impuestos que restringe el desarrollo económico y provoca el
crecimiento de la economía informal, así como ofrecer mejores condiciones
laborales en salarios y prestaciones.
Comentarios y sugerencias: juliocesarcj@gmail.com
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